Hoy es 24 de diciembre de 2016, una fecha que debería llenar de alegría a todos los hogares de Venezuela. Sin embargo, a esta hora se siente tristeza y nostalgia en las calles de nuestro país. Más allá de caer en la disyuntiva política, este argumento va dirigido a los que aún tienen la oportunidad de reflexionar y preguntarse, ¿qué nos pasó? ¿realmente todos los políticos de mi gremios han sido sinceros? ¿han velado por mi?.
Realmente es difícil señalar culpables, porque así como hay quienes la ejercen también hay quien se deja gobernar por unos cuantos. No es fácil la situación que atravesamos y la cual no estamos acostumbrados. Muchos dicen "haré mi cena como sea" otros dicen "prefiero no comer yo antes que mis hijos no estrenen" pero ahí viene otra pregunta, ¿por qué hay que conformarse si deber ser es que gocemos como siempre de las bondades y riquezas de nuestro Estado nos ofrece? No hay que caer en la vagancia y decir "Hay que ahorrar" eso una cosa y volver costumbre el que no haya otra muy diferente.
El fanatismo nos ha envuelto como ha querido, el fanatismo político fue, es y seguirá siendo el peor error de cualquier seguidor y la mayor ventaja de cualquier gobernante. No deberíamos estar pasando por muchas cosas que obviamente todos sufrimos, no unos cuantos como dicen por ahí, pero la última pregunta y la más importante debe ser: ¿hasta cuándo me la calaré? Porque recuerda que es el ciudadano que elige, que pone, que otorga y lo más importa, que quita, que destruye y destituye.
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