En el época de 80`s y 90`s, cuando una persona decía "Soy periodista" era sinónimo cultural de grandeza, veracidad, autenticidad, verdad y realidad. Todos querían ser un gran comunicador. Los grandes medios nacionales (Radio, televisión y prensa escrita) que para ese momento existían, eran la envidia de otros medios internacionales, ya que, tenía un verdadero equipo profesional capaz de brindarle al público, la información de último minuto. Asimismo, existía la rivalidad sana entre colegas quienes se esmeraban para llevar al venezolano lo mejor de la noticia, la opinión y la información del momento.
También, aquellos llamados "microondas" o "En vivo" en el mundo de la comunicación era el elemento clave y determinante para dar la conocer la exclusiva. Los periodistas, la llevaban consigo siempre "por si acaso" se suscitaba algo importante. El periodista de antes estudiaba con la finalidad de ser reportero, el mejor relacionista público o el importante redactor de noticias, mientras que en la actualidad, muchos estudian con el fin de "tener una carrera" o de "poder entrevistar a un famoso para la foto".
Se ha perdido tanto la cultura de periodismo, que algunos la ven como "la más básica/fácil de la universidad" y es porque quienes la estudian, no le tienen amor o empeño de aquellos que egresaron de la vieja escuela.
Los medios de comunicaciones tradicionales en la actual Venezuela, se han visto en la necesidad de avanzar, capacitarse, investigar más, buscar nuevas tecnologías, pero les falta algo: el profesional de calidad.
La disyuntiva política, social, económica y prural de un país no puede afectar a un gremio con estándares de calidad como lo es el mundo periodístico. Ya todo está planificado, organizado y debe llevar un sistema autóctono. Se puede improvisar en las gestiones de comunicaciones, pero nunca se puede obviar el punto de claridad informativa.
Todos canales, radios y medios impresos tienen una línea editorial distinta que respetar, pero eso debería ir de la mano con el compromiso real de hacer periodismo. Con el pasar del tiempo, se ha visto un deterioro comunicacional impresionante, alcanzando los más altos índices de desinformación por parte de los que alguna vez fueron los mejores medios en el área informativa.
Temas sin intensión, crónicas guardando secretos, noticias ocultas e incluso, información no veraz, es la que actualmente vemos en los medios venezolanos. ¿Qué pasó con la ética? Se les ha olvidado a muchos profesionales de la comunicación aquellos profesores que en sus cátedras te trabatan como comunicadores serios, de envergadura y el verdadero futuro del periodismo real en Venezuela.
El lema "La verdad te hará libre" no la conocen algunos quienes hoy en día prefieren la popularidad por trabajar en medios masivos y ganar seguidores en redes sociales que concientizar al público en general con lo que realmente está pasando.
¿Dónde está el compromiso real? ¿Adónde llegarán los medios de comunicación que ocultan información? Podrán tener dinero, pero no respaldo de los ciudadanos. El respeto entre los agremiados de la comunicación en Venezuela pasó de ser respetada a ser la burla internacional por esa minoría que sigue prefiriendo la fama que la verdad.
Se felicita y se honra a los que luchan por mantener viva la llama del periodismo informativo, televisivo y de radio difusión con todas esas nuevas tecnologías que hoy se llaman "aplicaciones para celulares". Gracias a esos que día a día sacan a relucir tantas cosas que quizás un "colega" se le olvidó o simplemente no quiso decir. Hay que seguir creyendo en los que seguimos tratando de defender lo que es correcto y justo para el público.
Recuerda que el periodista informa y ustedes deciden qué hacer con la información y cómo interpretarlo. Y si tú, que estás leyendo esto, eres o quieres ser comunicador social ten presente esto: Este mundo NO es para ser famoso, es para decir verdaderas duélale a quien le duela.
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