De manera indirecta el sector público y privado en Venezuela se han vuelto una tranca para el desarrollo de los recén egresados, si, esos llenos de ilusiones, llenos de conocimientos, ganas de superación y ánimos de hacerlo bien.
¿Acaso para tener experiencia no se necesita ser novato? ¿Acaso un recién egresado no tiene habilidades? En cierta forma, el que tiene años de experiencia tiene ventaja, pero, ¿por qué desprestigiar los nuevos métodos que posiblemente un "recién egresado" tiene en su mente? Nunca sabrán la calidad del "novato" si no le dan esa única oportunidad que necesita para demostrar que no solo la universidad lo formó, sino también las ganas de ejercer lo que le gusta, por lo que luchó, lloró, rió, se decepcionó y hasta peleó con sus profesores para tratar de obtener la nota justa y poder ser ese alguien que la familia esperó.
Lo que realmente debe ser importante para el mundo de las empresas más allá de la experiencia, deben ser las ganas de aprender que el graduado demuestre durante su entrevista de trabajo.
Durante mucho tiempo, los estudiantes en sus últimos semestres ya comienzan a preocuparse por la situación, las probabilidades de empleo y otras. En conversaciones en grupos de estudios, se ha llegado a la conclusión que alguna empresa u organización, debería realizar un examen propedéutico para saber si puede o no aplicar egresado.
Son muchas las herramientas, ideas y genialidad que embarga al recién graduado. Es tan difícil conseguir empleo, que hasta los Summa Cum Laude tienen que conformarse con lo que sea o ser otro del montón, un taxista o laboral en el área doméstica. Pero, también hay quienes tienene el poder de convertir ideas en realidad y con esto se le deja algo claro: no cierres los ojos que posiblemente a ese recién egresado que no le diste la oportunidad, empreda y tengas que en un futuro llamarlo socio, colega o jefe.
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