El error más grande del ciudadano venezolano es seguir creyendo que sus líderes son honestos y sensatos. Todo político se seguirá incluyendo en ese mundo corrupto para simplemente sacar provecho.
Es inherente la inclusión de cada personaje dentro de la política de Venezuela para poder sacar conclusiones acertadas sin que te lleven a un fanatismo errado. Expertos en el área de la política han afirmado que en el último semestre entre 2016 y 2017 muchos partidos ratifican el compromiso hacia la opinión pública como método efectivo de permanencia en la sociedad.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) habría sido, hasta ya hace un tiempo, el grupo con más seguidores en el país. Es entonces cuando los partidos de oposición decidieron crear la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) conformada en principio por Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP), Vente Venezuela (VV), Copei y demás organizaciones con el fin de aplacar la avalancha social que tenía el PSUV.
En la actualidad, la opinión pública que usaron muchos de los partidos antes mencionados, los llevó a su perdición al no medir las consecuencias del escarnio público que estas teorías definen como "engañosas" para quienes no la saben interpretar o aplicar.
Una de las consecuencias de las congestionadas políticas sin sentido del PSUV y de la alianza opositora, es la pérdida del sentido común, manteniendo así al venezolano en zozobra y bajo falsas esperanzan de algo que posiblemente nunca llegará. Tal es el caso de la alimentación, en las que han inventado una crisis económica, una emergencia económica, una agenda de diálogo falsa y una agenda electoral fantasma; todo con el fin de doblegar y humillar al ciudadano.
Ahora bien, el Gobierno Nacional ha inventado muchas formas para resolver la crisis de alimentación creando los populares Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP), que tampoco han funcionado porque se realizó un sondeo donde al 75% de los habitantes en Venezuela no le ha llegado ni la primera bolsa (que debería ser quincenal). Si de inventos se habla, ahora el presidente mandó a llevar en un "casa por casa" una caja con 19 productos desde diciembre que incluiría hasta un juguete de Kreisel (que no se sabe para dónde se lo llevaron porque eso nunca llegó) y las familias siguen esperando a ver si le dan el juguete del Niño Jesús a sus hijos antes de Semana Santa.
En el mismo orden de ideas, la Mesa de la Unidad Democrática ha insisto en elecciones generales que francamente ni ellos se lo creen. En la Asamblea Nacional (AN) ya han oficializado varias leyes la mayoría opositora, pero ninguna se ha puesto en marcha. Diputados de la AN dicen que no los dejan gobernar y que no le dan recursos, pero, ¿quién necesita recursos para mejorar el ámbito social? ¿Qué se necesita para alentar (verdaderamente hablando) a un pueblo débil? Hay muchas maneras de salir adelante.
En reiteradas ocasiones expresidentes, senadores y hasta el mismísimo Secretario General de la OEA, Luis Almagro, ha solicitado a la AN publicar la Partida de Nacimiento (PdN) de Nicolás Maduro para constatar que tiene doble nacionalidad y tendría que ser removido de inmediato de su cargo, pero la Asamblea Nacional ha hecho caso omiso a las sugerencias para destituir al presidente actual de Venezuela.
¿El basurero? Ese se ha convertido en el restaurant de los venezolanos dignos, humildes que poco a poco se han ido quedando sin alimentos, sin trabajos, sin fuerzas y sin ganas de vivir. Es insólito que se habla de "país potencia" cuando el 35% de los venezolanos comen en la calle, piden en panaderías y roban para poder comer. Es injusto que hablan de "socialismo igualitario" cuando son unos pocos los que viajan con muchos dólares y otros tienen dolores de cabeza al pensar en qué comerán mañana. Es inaudito aquel que alardea algo que no cumple o que un grupo de oposición llene de falsas esperanzas a un pueblo que creyó en ellos y ahora les dan la espalda y solo dicen o tuitean un "Fuerza Venezuela" o un "Vamos poco a poco". La crisis no espera y el hambre tampoco.
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