Quizás se preguntarán, ¿por qué? ¿Quiénes? o ¿desde cuándo? Esto sucede en Venezuela. Lo cierto es que los ciudadanos de este país han permitido que se juegue con su condición y necesidad.
Para nadie es un secreto que en los últimos años, el venezolano se ha visto en la obligación de abandonar su tierra natal para buscar mejores oportunidades pese al señalamiento, la xenofobia y la discriminación que existe en el extranjero para con los residentes exiliados.
Es importante reconocer que las malas gestiones del Ejecutivo nacional en conjunto a los oportunistas de oposición, que ahora dirigen la Asamblea Nacional (AN) en el país, siguen doblegando a los que se mantienen en Venezuela.
¿Felicidad para el venezolano? Eso se perdió desde hace mucho tiempo. La felicidad no se basa en regalar, subsidiar, crear falsas esperanzas o pregonar algo que no se percibe. La felicidad consiste cuando un individuo por mérito propio logró alcanzar lo que soñó, trabajó y alcanzó. La felicidad invide al ser exclusivamente en el momento en la que éste se siente satisfecho de lo que cosecha. Es inhumano hacerle creer a los no analizan o interpretan que además de un Dios, hay alguien terrenal que los sacará de la miseria o hambruna.
La política del siglo XXI (veintiuno) ya es considerada como la más farsante de la historia y Venezuela no se excluye de ella. Los generadores de opinión pública, encuestadores, analíticos y demás fuentes confiables en el país, expresan que la Ley del Embudo es la más utilizada por los políticos de la actualidad. Es por ello que se comenta dentro de la sociedad la falta de líderes natos dentro de partidos políticos.
Los falsos Mesías, no celebran los logros que hacen para las comunidades, solo de manera intrapersonal manifiestan su descontento al no quedarle la ganancia que esperó. Por otra parte, se observa a un grupo incluyéndose dentro de las obras "sociales" para ganarse al pueblo humilde, pero bajo las mismas doctrinas que ya están implementadas. ¿Qué se logra? Exclusión de la inteligencia personal por parte de unos cuantos hacia los que con mijagas en sus manos intentan ver la luz al final del tunel. No se puede trabajar con quien quiera seguir dejando al ciudadano común en la ruina.
Se cree en la hipótesis de que muchos ciudadanos crearon el hábito de acostumbrarse a lo poco y a "lo que sea" en vez de luchar por lo que realemente quiere. Así no se construye un mejor país. Hay otros que piensan que criticar por las redes sociales no genera salida a la crisis pero sucede que esos son los primeros que no han asistido a ninguna marcha, asamblea o otro medio para plasmar posibles soluciones ante la necesidad de todos.
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